Son el equilibrio perfecto entre sofisticación y modernidad. Combinan una estructura metálica entrelazada en forma de nudo con una doble caída de cristales facetados, creando un juego de luces que enmarca el rostro con cada movimiento.
El baño de rodio asegura una terminación de alta calidad, con resistencia al desgaste y un brillo que permanece. La piedra central aporta un punto focal de luminosidad que refuerza el carácter glamuroso de esta pieza.
Ideales para eventos de noche, bodas o para elevar cualquier atuendo con un toque de distinción. Una joya que no pasa desapercibida.
